A Dios lo que es de Dios | Hoja parroquial del 18 de octubre

TIEMPO ORDINARIO DOMINGO XXIX: Is 45, 1.4-6; Sal 95, 1-6; 1ª Tes 1, 1-5b; Mt 22, 15-21

Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: ¡Hipócritas!, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto. Le presentaron un denario. Él les preguntó: ‘¿De quién son esta cara y esta inscripción? `Le respondieron: Del Cesar. Entonces les replicó: Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios los que es de Dios” (Mt 22, 15-21)

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El Concilio Vaticano II nos ha recordado que “como Cristo realizó la obra de la redención en pobreza y persecución, de igual modo la Iglesia está destinada a recorrer el mismo camino a fin de comunicar los frutos de la salvación a los hombres (…) La Iglesia va peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios, anunciando la cruz del Señor hasta que venga” (Lumen gentium, nº 8).

Efectivamente, hoy, contemplamos a Jesús, una vez más, siendo atacado, tentado y puesto a prueba con una pregunta capciosa, precedida de una adulación perversa (ya dice la Escritura que todo el que te adulta es tu enemigo): “¿es lícito pagar impuesto al César o no?” (Mt 22,17). Si Jesús hubiera entrado a la “trampa” de la pregunta, habría sido cazado en la respuesta, porque si dice que sí hay que pagar, le hubieran acusado de “colaboracionista” con el poder invasor de Roma; y si hubiera contestado que no, le habrían acusado de instigador y rebelde contra el poder establecido.

Total, que no lo tenía fácil. Sin embargo, Jesús “habiendo conocido su astucia les dijo: <<Mostradme un denario. ¿De quién lleva la imagen y la inscripción?>> Ellos dijeron: <<Del Cesar>>. Él les dijo: <<Pues bien, lo del Cesar devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios>>” (Lc 23-25.

Pagadle al César lo que es del Cesar”. ¿Qué alcance tiene esta expresión? Podemos decir que la misma que Calderón de la Barca pone en labios del alcalde de Zalamea, Pedro Crespo, al afirmar que: «al rey la hacienda y la vida se ha de dar, / pero el honor es patrimonio del alma, / y el alma sólo es de Dios…». Es decir, que en cuanto ciudadanos, como afirma San Pablo, tenemos que “dar a cada cual lo que se le debe: a quien impuestos, impuestos, a quien tributo, tributo, a quien respeto, respeto, a quien honor, honor” (Rom 13, 7); más aún, los cristianos de todos los tiempos oramos siempre en nuestras Eucaristías por los legítimos gobernantes, siguiendo también en este caso, la invitación del apóstol de los gentiles: “Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con piedad y dignidad” (1ª Tim 2,1-2).

Pero al mismo tiempo que decimos esto, tenemos también que afirmar que “el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios”. Es decir, la imagen que hay impresa en una moneda es la de un emperador, la del César, por tanto, “al César lo que es el del César”; sin embargo la imagen que hay impresa en el alma de cada persona es de impresión divina, porque así lo ha querido Dios: “hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra (…) Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó” (Gen 1, 26-27). Cristo, imagen de Dios en la primera creación (Col 1, 15), por una nueva creación ha venido a restituir a la humanidad caída el esplendor de esa imagen divina que el pecado había empañado. Y lo hace imprimiéndole la imagen aún más hermosa de hijo de Dios, hemos sido “predestinados a reproducir la imagen de su Hijo” (Rom 8, 29).

DESDE EL CAMPANARIO

SCRUTATIO SCRIPTURAE: UNA FORMA DE LECTURA ORANTE DE LA PALABRA DE DIOS EN LA PARROQUIA IIª

Queridos feligreses, estoy convencido que una de las causas de la “anemia espiritual” que tantos de nuestros bautizados padecen es por el desconocimiento de la Palabra de Dios. Con esta iniciativa parroquial, “inspirada” en el día de la Memoria de San Jerónimo, traductor de la Biblia del hebreo y griego al latín (La Vulgata) y gran amante de la Sagrada Escritura, estamos contribuyendo a uno de los objetivos del Sínodo sobre la centralidad de la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia al decir que: “Se ha vuelto a insistir más de una vez en la exigencia de un acercamiento orante al texto sagrado como factor fundamental de la vida espiritual de todo creyente, en los diferentes ministerios y estados de vida, con particular referencia a la lectio divina. En efecto, la Palabra de Dios está en la base de toda espiritualidad auténticamente cristiana. Con ello, los Padres sinodales han seguido la línea de lo que afirma la Constitución dogmática Dei Verbum: «Todos los fieles… acudan de buena gana al texto mismo: en la liturgia, tan llena del lenguaje de Dios; en la lectura espiritual, o bien en otras instituciones u otros medios, que para dicho fin se organizan hoy por todas partes con aprobación o por iniciativa de los Pastores de la Iglesia. Recuerden que a la lectura de la Sagrada Escritura debe acompañar la oración». La reflexión conciliar pretendía retomar la gran tradición patrística, que ha recomendado siempre acercarse a la Escritura en el diálogo con Dios. En la Carta a Gregorio, el gran teólogo alejandrino recomienda: «Dedícate a la lectio de las divinas Escrituras; aplícate a esto con perseverancia. Esfuérzate en la lectio con la intención de creer y de agradar a Dios. Si durante la lectio te encuentras ante una puerta cerrada, llama y te abrirá el guardián, del que Jesús ha dicho: “El guardián se la abrirá”. Aplicándote así a la lectio divina, busca con lealtad y confianza inquebrantable en Dios el sentido de las divinas Escrituras, que se encierra en ellas con abundancia. Pero no has de contentarte con llamar y buscar. Para comprender las cosas de Dios te es absolutamente necesaria la oratio. Precisamente para exhortarnos a ella, el Salvador no solamente nos ha dicho: “Buscad y hallaréis”, “llamad y se os abrirá”, sino que ha añadido: “Pedid y recibiréis”» (n. 86)

 ¿Quieres asistir a la Escuela de la Palabra en la Parroquia? Si estás interesado y te gustaría vivir la experiencia de un Miércoles de scrutatio scripturae apunta en tu agenda el día del próximo encuentro que será el Miércoles 21 de Octubre a las 17h en el Catecumenium de la Parroquia de Cristo Rey (C/ Transportistas 7-11). ¡No te arrepentirás! ¡Jesús te espera!

18 DE OCTUBRE: DOMUND

Como cada año por estas fechas, la Iglesia nos recuerda la MISIÓN que Jesús nos ha encomendado: llevar el Evangelio a todo el mundo. Para ello se necesitan personas, MISIONEROS y recursos, nuestra aportación económica Obras Misionales Pontificias (OMP) es el instrumento oficial de la Iglesia que se encarga del sostenimiento de los Territorios de Misión. Una de las cuatro obras que forman esta institución, llamada «Obra de la Propagación de la fe«, es la que organiza esta jornada. Su fundadora, Pauline Jaricot, será próximamente declarada beata. El Papa Francisco nos recuerda en el Mensaje de este año que «comprender lo que Dios nos está diciendo en estos tiempos de pandemia también se convierte en un desafío para la misión de la Iglesia. «En este contexto de pandemia, la pregunta que Dios hace: «¿A quién voy a enviar?», se renueva y espera nuestra respuesta generosa y convencida: «¡Aquí estoy, envíame!»». ¡COLABORA CON TU APORTACIÓN! ¡PON TU DINERO A MISIONAR, AL SERVICIO DE LA EVANGELIZACIÓN!

NOTICIAS DE LAS PARROQUIAS

  • + VALDELOSA: El Miércoles a las 12h Eucaristía y el Domingo a las 11,45h.
  • TOPAS: Jueves a las 12h Eucaristía y de 17h a 18, Catequesis de Comunión; el Domingo Eucaristía a las 13, 15h.

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