La humildad es la verdad | Hoja parroquial del 27 de octubre

DOMINGO XXXº TIEMPO ORDINARIO: Eclo 35, 12-14; 16-18; Sal 33; 2ª Tim 4, 6-8; 16-18; Lc 18, 9-14

«Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido«

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El domingo pasado con la parábola de la viuda del juez inicuo y la viuda importuna y este domingo con la parábola del fariseo y el publicano el evangelista Lucas nos ofrece dos «perlas catequéticas» de la Iglesia apostólica de cómo hacer oración: como  la viuda, insistentemente, con perseverancia, orando en todo tiempo con tenacidad y  constancia; y hoy añade una condición más, como el publicano, con humildad y verdad, sin pretensiones, conociendo nuestro propio «humus», nuestra condición de pecadores y poniendo nuestra vida bajo la mirada misericordiosa y benevolente de Dios. Ya lo decía Santa Teresa de Jesús, maestra y guía de oración: Andar en humildad es andar en verdad.

            La humildad hay que aprenderla. ¿Dónde se enseña a ser humildes? La primera escuela es la propia familia donde los padres enseñan a los hijos a obedecer, sin obediencia no hay humildad. Se aprende a ser humilde aceptando las humillaciones, no hay otro modo de entrar en la humildad que la de considerar al otro como superior a uno mismo. Los maestros de la vida espiritual señalan cinco grados de humildad. El primero consiste en aceptar los propios defectos personales que no siempre es fácil; el segundo, aceptar los defectos de los demás, sino hemos sido capaces de aceptarnos a nosotros mismos, se torna muy difícil por no decir imposible, aceptar los defectos de los demás; el tercero, como afirma San Pablo, consiste en considerar a los otros como superiores a uno mismo, solo así, si se tiene conciencia de la propia pequeñez y se mira a los demás con misericordia el juicio del corazón desaparece porque el amor todo lo excusa; el cuarto, sube un grado más y reclama,  por amor a Jesucristo, aceptar todas las injusticias que nos hagan; y el quinto, también, por amor al Señor, desear el martirio como San Ignacio de Antioquia cuya fiesta hemos celebrado el día 18. Le preguntaban en una ocasión a un padre del desierto cuál era la virtud más necesaria para la vida del cristiano y le decían ¿orar mucho? ¿hacer ayunos? ¿preocuparse  de los demás? y contestaba:  La virtud más importante es la humildad porque el que es humilde es obediente, el que es humilde perdona antes de que le pidan perdón, el que es humilde no toma en cuenta el mal, lo comprende, el que es humilde conoce las trampas del enemigo y sabe que en cualquier momento podemos juzgar, tener celos, pensar mal, etc.; por eso lo excusa todo. Por ello ante todo y sobre todo necesitamos la humildad  pues ella vence al adversario y destruye todo lo que procede del enemigo.  Sin humildad no es posible llegar al discernimiento.

 ¿Qué es tener humildad? Hacer el bien a los que te han hecho el mal .  ¿Qué es tener humildad? Aceptar que el otro te grite, pensando que Dios lo permite porque te quiere hacer santo, y aceptar así toda contrariedad. Progresar en el camino de la fe significa ser cada vez más humilde, hasta llegar a la fe adulta, que es considerar a los otros superiores a ti .     ¡Enséñanos, Señor, a ser humildes!

Nada hay en la tierra más alto que la humildad.  Nada hay en la tierra más grande que la humildad.   ¿Qué es la humildad? La verdad .  Donde hay humildad, hay misericordia.  Sólo la humildad nos introduce en el Reino de Dios; ella nos hace niños. .Solamente la humildad nos permite ver, desde su «altura», la gracia y el porqué de ciertas cosas que nos pasan.  El que es humilde no se enfada sino raramente. «¡Oh! Santa humildad de Cristo!, ¿quién te pudiera encontrar¿En qué grado de humildad te encuentras? ¡Señor, haz que camine en humildad!

EL CAMPANARIO

EL EQUIPO DE PASTORAL BAUTISMAL SE RENUEVA

En efecto,  al comenzar este nuevo Curso Pastoral 2019-2020 hemos renovado el EQUIPO RESPONSABLE DE LA PASTORAL BAUTISMAL con la incorporación de dos matrimonios jóvenes (Josué y María y Andrés y Carmen), ambos pertenecen a la Tercera Comunidad Neocatecumenal de la Parroquia y sustituyen a Miguel y Elena, Dori, Lola y Guadalupe que durante tantos años han venido desempeñando esta misión parroquial con mucho celo y dedicación, ¡les damos las gracias por este impagable servicio! Los nuevos matrimonios se unen al formado por Manolo y Carmen que harán un trabajo de transmisión a lo largo de este curso para que las nuevas incorporaciones, junto con nuestro Párroco Don Juanjo, puedan continuar este importante servicio parroquial que se presenta hoy ante nuestros ojos como un reto pastoral de primera evangelización.

Así se puso de manifiesto en la XIIª SEMANA DE PASTORAL donde nuestro Delegado de Catequesis presentó a toda la Diócesis la carpeta con los materiales que contienen una “propuesta para activar la pastoral bautismal en la etapa del despertar religioso” iniciando así  un nuevo camino de renovación de la iniciación cristiana en la Diócesis de Salamanca tal y como se propuso en las Orientaciones de la Asamblea.

¡Damos la bienvenida a este renovado equipo de Pastoral Bautismal y pedimos al Señor que bendiga su trabajo de acogida y acompañamiento a los matrimonios y parejas que solicitan a la Iglesia la Gracia del Bautismo para sus hijos!

SUFRAGIO POR LOS DIFUNTOS:  LA FE EN LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS

La fe en la resurrección de los muertos, elemento esencial de la revelación cristiana, implica una visión particular del hecho ineludible y misterioso que es la muerte.

La muerte es el final de la etapa terrena de la vida, pero «no de nuestro ser», pues el alma es inmortal. «Nuestras vidas están medidas por el tiempo, en el curso del cual cambiamos, envejecemos y como en todos los seres vivos de la tierra, al final aparece la muerte como terminación normal de la vida»; desde el punto de vista de la fe, la muerte es también «el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último destino». La muerte del cristiano es un acontecimiento de gracia, que tiene en Cristo y por Cristo un valor y un significado positivo. Se apoya en la enseñanza de las Escrituras: «Para mí vivir es Cristo, y una ganancia el morir» (Fil 1,21); «Es doctrina segura: si morimos con Él, viviremos con Él» (2 Tim 2,11).

NOTICIAS DE NUESTRA PARROQUIA

         * COLECTA DEL DOMUND: Con motivo de la colecta del pasado Domingo para las misiones, se recaudaron 539,50 Euros. ¡Gracias por vuestras aportaciones!

        * TALLER DE MAYORES: El Martes día 29, Doña María José impartirá una charla sobre nutrición.

         * SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS Y CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS DIFUNTOS: El Viernes día 1 celebramos la solemne liturgia de Todos los Santos en las Misas de 9, 11 y 12h y el Sábado día 2  a las 12h y 20h pediremos en ambas Misas por todos los difuntos de nuestra Parroquia.   

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