Hacer la voluntad del padre | Hoja parroquial del 27 de septiembre

TIEMPO ORDINARIO DOMINGO XXVI: Ez, 25-28; Sal 24;  Flp 2, 1-11; Mt 21, 28-32

“¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: ´Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. Él le contestó: ´No quiero`. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: ´Voy, señor`. Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre? Contestaron: El primero”.

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Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. La voluntad de nuestro Padre es «que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad» (1 Tm 2, 3-4). El «usa de paciencia, no queriendo que algunos perezcan» (2 P 3, 9; cf Mt 18, 14). Su mandamiento que resume todos los demás y que nos dice toda su voluntad es que «nos amemos los unos a los otros como él nos ha amado» (Jn 13, 34; cf 1 Jn 3; 4; Lc 10, 25-37). Él nos ha dado a «conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano … : hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza … a él por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su Voluntad» (Ef 1, 9-11). Pedimos con insistencia que se realice plenamente este designio benévolo, en la tierra como ya ocurre en el cielo.

En Cristo, y por medio de su voluntad humana, la voluntad del Padre fue cumplida perfectamente y de una vez por todas. Jesús dijo al entrar en el mundo: » He aquí que yo vengo, oh Dios, a hacer tu voluntad» (Hb 10, 7; Sal 40, 7). Sólo Jesús puede decir: «Yo hago siempre lo que le agrada a él» (Jn 8, 29). En la oración de su agonía, acoge totalmente esta Voluntad: «No se haga mi voluntad sino la tuya» (Lc 22, 42; cf Jn 4, 34; 5, 30; 6, 38). He aquí por qué Jesús «se entregó a sí mismo por nuestros pecados según la voluntad de Dios» (Ga 1, 4). «Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo» (Hb 10, 10). Jesús, «aun siendo Hijo, con lo que padeció, experimentó la obediencia» (Hb 5, 8). ¡Con cuánta más razón la deberemos experimentar nosotros, criaturas y pecadores, que hemos llegado a ser hijos de adopción en él! Pedimos a nuestro Padre que una nuestra voluntad a la de su Hijo para cumplir su voluntad, su designio de salvación para la vida del mundo. Nosotros somos radicalmente impotentes para ello, pero unidos a Jesús y con el poder de su Espíritu Santo, podemos poner en sus manos nuestra voluntad y decidir escoger lo que su Hijo siempre ha escogido: hacer lo que agrada al Padre (cf Jn 8, 29): Adheridos a Cristo, podemos llegar a ser un solo espíritu con él, y así cumplir su voluntad: de esta forma ésta se hará tanto en la tierra como en el cielo (Orígenes, or. 26).

Considerad cómo Jesucristo nos enseña a ser humildes, haciéndonos ver que nuestra virtud no depende sólo de nuestro esfuerzo sino de la gracia de Dios. Él ordena a cada fiel que ora, que lo haga universalmente por toda la tierra. Porque no dice ‘Que tu voluntad se haga’ en mí o en vosotros ‘sino en toda la tierra’: para que el error sea desterrado de ella, que la verdad reine en ella, que el vicio sea destruido en ella, que la virtud vuelva a florecer en ella y que la tierra ya no sea diferente del cielo (San Juan Crisóstomo, hom. in Mt 19, 5).

Por la oración, podemos «discernir cuál es la voluntad de Dios» (Rm 12, 2; Ef 5, 17) y obtener «constancia para cumplirla» (Hb 10, 36). Jesús nos enseña que se entra en el Reino de los cielos, no mediante palabras, sino «haciendo la voluntad de mi Padre que está en los cielos» (Mt 7, 21).»Si alguno cumple la voluntad de Dios, a ese le escucha» (Jn 9, 31; cf 1 Jn 5, 14). Tal es el poder de la oración de la Iglesia en el Nombre de su Señor, sobre todo en la Eucaristía; es comunión de intercesión con la Santísima Madre de Dios (cf Lc 1, 38. 49) y con todos los santos que han sido «agradables» al Señor por no haber querido más que su Voluntad: Incluso podemos, sin herir la verdad, cambiar estas palabras: ‘Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo’ por estas otras: en la Iglesia como en nuestro Señor Jesucristo; en la Esposa que le ha sido desposada, como en el Esposo que ha cumplido la voluntad del Padre (San Agustín, serm. Dom. 2, 6, 24)  [Cf. Catecismo nnº 2822-27].

DESDE EL CAMPANARIO

Protocolo para la catequesis en tiempos de pandemia

La Vicaría de Pastoral junto con la Delegación Diocesana de Catequesis, Primer Anuncio y Catecumenado de Adultos han publicado una serie de sugerencias y un protocolo sanitario para llevar a cabo la catequesis de iniciación cristiana de niños jóvenes y adultos en las parroquias, en este nuevo curso pastoral 2020-2021 marcado por la pandemia del coronavirus. 

Las recomendaciones establecidas en estos documentos están dirigidas a párrocos y catequistas quienes deberán adaptarlas a su realidad concreta con objeto de garantizar un marco seguro en el que desarrollar la actividad catequética y la transmisión de la fe. Además han elaborado un modelo de declaración responsable ante la covid-19 que deberán firmar los padres o tutores legales de los catecúmenos antes del inicio de la catequesis.

El delegado diocesano de catequesis, José Ángel Ávila, asegura que este nuevo momento de limitaciones e incertidumbre es un “momento de gracia” lleno de “oportunidades” para la acción apostólica en el que será necesaria “una mayor implicación de las familias” y en el que se debe aprovechar la centralidad de la Eucaristía dominical, principal “escuela de la fe”.

Modalidades de catequesis

A la hora de iniciar las catequesis se tendrá en cuenta en todo momento la normativa vigente de las autoridades competentes (estatales, autonómicas y municipales) así como las medidas de prevención para evitar la propagación del virus.

Entre las modalidades de catequesis que se ofrecen está la presencial, “que debe ser prioritaria, en aquellos lugares donde se pueda hacer”. En los casos en los que no sea posible se favorecerá que sea semipresencial (una semana presencial y otra que se trabaje en casa) o familiar en casa. “Se priorizará en estas catequesis el contenido esencial que aparece en los catecismos de cada etapa”, como señala el responsable de catequesis, así como los recursos que elaboren los catequistas o los que están disponibles en la red. “Es un buen  momento para poder conocer recursos digitales y crear un plan de catequesis on line, creando fichas desde los catecismos que se puedan enviar a las familias para que se realicen en casa de forma sencilla”, afirma Ávila quien sugiere además que “si la parroquia dispone de página web se pueden colgar después los trabajos realizados por los niños”.

Se invita a las parroquias a remitir a la Delegación diocesana de Catequesis sus programas catequéticos “para conocer lo que se está haciendo y si hay necesidades y a compartir recursos que puedan ayudar a otros”, indica su responsable, José Ángel Ávila. “Procuraremos ir colgando estos recursos en la página web diocesana para que puedan ser usados por todos”.

Recomendaciones

Los documentos elaborados por la Vicaría de Pastoral y la Delegación de Catequesis ofrecen recomendaciones sobre la formalización de las inscripciones (se sugiere favorecer la inscripción a través de los medios digitales); la organización de los grupos (no más de 8 miembros y en la medida de lo posible deberá primar el criterio de la pertenencia a un grupo estable -mismo colegio o incluso misma clase-); el acceso a las salas (los padres o las personas que lleven a los niños a catequesis no podrán acceder a las instalaciones), tanto a la entrada como a la salida los catequistas ofrecerán gel hidroalcohólico a los niños y se evitarán las aglomeraciones; por ello, se reduce la duración de la sesión de catequesis a 45 minutos. También ofrecen proponen medidas para el acondicionamiento de los espacios (donde siempre habrá mascarillas y gel desinfectante y se asegurará la distancia de seguridad); la utilización de recursos y materiales (no se podrán compartir materiales y se invita a implementar el uso de las nuevas tecnologías); la gestión de los aseos, así como aspectos relativos a la higienización de los espacios comunes.

El protocolo establece que cada catequista deberá llevar un registro de asistencia de cada sesión, “por si fuera requerido por las autoridades sanitarias en caso de posibles contagios” y “se responsabilizará de su grupo de manera estable, no pudiendo intercambiarse con otro catequista”. Además, sugieren a los párrocos que ponderen “la conveniencia de, en las circunstancias actuales, pedir a personas de riesgo por su salud o edad asumir el ministerio de catequistas”.

Se sugiere además que en aquellas parroquias con muchos niños y escasez de catequistas o dificultad de espacios, la catequesis del primer año de Comunión no se lleve a cabo y se trabaje más con cada familia “para conocerles, motivarles e implicarles desde el comienzo en la educación de la fe de sus hijos”.

NOTICIAS DE LAS PARROQUIAS

     + VALDELOSA: El Miércoles a las 12h Eucaristía y el Domingo a las 11,45h.

        + TOPAS: El Viernes a las 12h Eucaristía y el Domingo a las 13, 15h.

+ REUNIÓN CON EL Sr. OBISPO: El Jueves  1 de Octubre en el Salón Parroquial de <<Jesús Obrero>> tendremos un encuentro arciprestal con el Sr. Obispo los sacerdotes  y los miembros del  CONSEJO PASTORAL ARCIPRESTAL.

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