Con esta expresión del refranero castellano, lo que se intenta decir es que en el verano, cuando «bajamos la guardia» porque nos relajamos, somos más proclives a cultivar el cuerpo que el espíritu, hay un enemigo que «ronda como león rugiente buscando a quien devorar» (1ª Pe 5, 8) que se llama Diablo, y que en la Escritura recibe otros nombres en relación con su acción maléfica y dañina.
HP 2018-06-17