Pescadores de hombres | Hoja parroquial del 26 de enero

IIIº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO:

Is 8, 23b-9,3; Sal 26; 1ª Cor 1, 10-13.17; Mt 4, 12-23

Paseando junto al lago de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: Venid y seguidme y os haré pescadores de hombres. Inmediatamente dejaron las redes y le siguieron

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Los primeros discípulos a los que Jesús llamó a compartir su vida y misión eran de profesión pescadores. El Evangelio de Mateo nos narra cómo, estando los dos hermanos, Pedro y Andrés, en plena faena, Jesús les dijo: “Venid y seguidme y os haré pescadores de hombres” (Mt 4, 19). ¿Pescadores de hombres? Podían haber pensado estos profesionales de la pesca, nosotros sabemos de peces, de barcas, de redes y de las tareas propias en alta mar, pero ¿cómo se pescan los hombres? ¿qué clase de oficio es ese? ¿Estará chalao Jesús de Nazaret al hacernos esta oferta laboral? Y ¿qué es eso de seguidme? ¿a dónde? ¿para qué? En fin, la propuesta del visitante anónimo no podía menos que suscitar estos u otros interrogantes parecidos. Sin embargo, sabemos la respuesta de los pescadores de peces: “ellos al instante, dejando las redes, le siguieron” (v. 20). ¿Cómo los convenció Jesús? ¿De qué forma se lo dijo para que al instante se pusieran a su servicio? No lo sabemos, lo cierto es que Pedro y Andrés se desenredaron de las redes de la pesca de peces para enrolarse en otra pesca, distinta, la pesca de hombres.

El evangelista Lucas, al narrar la vocación de los primeros discípulos después de un período de enseñanza y de milagros, ha querido hacer más verosímil su respuesta inmediata a la llamada. Efectivamente, Lucas sitúa la decisión de los primeros llamados después de una sorprendente pesca milagrosa: “Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: ´Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar`. Simón le respondió: ´Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero en tu palabra, echaré las redes`. Y haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían” (Lc 5, 4-7). A la luz de este relato vocacional, se comprende mejor, la diligente actitud de los pescadores para dejarlo todo y seguir a Jesús. Se habían fiado de su palabra y el palizón y cansancio que traían, después de haber estado toda la noche faenando, sin haber conseguido ni siquiera una sardina que llevarse a la boca, quedaba en un segundo plano, ante el descubrimiento de un gran Pescador que, ahora, les proponía una aventura más fascinante: ser pescadores de hombres.

La pesca con red representa en los Sinópticos la venida del Reino de los Cielos o la misión de los Apóstoles: “También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases, y cuando está llena, la sacan a la orilla se sientan y recogen en cestos los buenos y tiran los malos” (Mt 13, 47-50). Jesús es el gran Pescador que ha venido a faenar en el ancho mar del mundo para rescatar a los hombres de la muerte. Al iniciar su misión su mensaje es contundente y claro: “Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado” (Mt 4, 17). Llamar a conversión a los hombres, hoy, es ponerles frente a la luz y la verdad que es Jesucristo para que las oscuridades y mentiras en las que tenemos enredada la vida sean iluminadas y clarificadas, así pasó en la primera hora del anuncio del Evangelio: “El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido” (Mt 4, 16). Esta luz, es Jesús

            DESDE EL CAMPANARIO

Evangelizar a los bautizados

He aquí la tarea pendiente de la Iglesia en este tiempo:  EVANGELIZAR A LOS BAUTIZADOS.

Efectivamente, nuestras comunidades cristianas básicas del futuro, constituidas por un número reducido de fieles, sólo podrán ser sostenidas y desarrolladas a través de una seria iniciación cristiana. Nuestras actuales asambleas dominicales languidecen porque no están formadas por verdaderos fieles, es decir cristianos que han superado las etapas clásicas del precatecumenado, catecumenado y neofitado. En la Iglesia primitiva se bautizaba a los convertidos; hoy tenemos que convertir a los bautizados.

Sí, esta es la tarea que nos toca hoy primar, desde un punto de vista pastoral: evangelizar a los adultos bautizados de nuestras parroquias que viven, de hecho, como paganos. A esta conclusión llegaron los Obispos de Europa, tras la celebración de la Asamblea sinodal celebrada en Roma los días 1 al 23 de octubre de 1999. He aquí algunos de los párrafos más significativos de la Exhortación Ecclesia in Europa, publicada el año 2003: “En el viejo Continente existen también amplios sectores sociales y culturales en los que se necesita una verdadera y auténtica misión ad gentes” (nº 46). Más aún, los Obispos europeos afirman con claridad que “es necesario un nuevo anuncio a los bautizados porque muchos bautizados no saben qué es el cristianismo, viven como si Cristo no existiera, se han dejado contagiar por el espíritu de un humanismo inmanentista, etc., y por ello, la tarea por hacer no será tanto bautizar a los nuevos convertidos, cuanto guiar a los bautizados a convertirse a Cristo y a su Evangelio” (nº 47).

Esta misma constatación la mantienen nuestros obispos españoles cuando afirman: “Hoy, la Iglesia en España se ve llamada a desplegar una acción pastoral de evangelización frente al fenómeno generalizado del debilitamiento de la fe y de difusión de la increencia entre nosotros. Al mismo tiempo la formación cristiana de muchos fieles es muy superficial, sin apenas incidencia en su manera de pensar y en sus costumbres. No pocos católicos, que recibieron los tres sacramentos de la iniciación y a los que se les impartió enseñanzas cristianas en la catequesis y en la escuela, apenas se identifican hoy con Jesucristo y con su Iglesia. Al hablar de la renovación pastoral de la Iniciación Cristiana se debe tener en cuenta que la Iglesia está viviendo hoy un cierto modo de neopaganismo que se manifiesta en la existencia de un número creciente de bautizados, y especialmente en un comportamiento, tanto privado como público, de un buen número de bautizados que deja al descubierto una vida cristiana a todas luces insuficiente” (cf. La Iniciación Cristiana 1999, nº 63).

Si esta es la realidad, ¿qué nos toca hacer, hoy, a los pastores y responsables de la pastoral en la Iglesia? Pues, EVANGELIZAR, EVANGELIZAR… a tiempo y a destiempo. Esto es lo que estamos haciendo y lo que seguiremos intentando hacer con la ayuda del Señor. El Papa FRANCISCO nos anima a trabajar, también en esta dirección. «El primer anuncio o «kerygma», que debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial. En la boca del catequista vuelve a resonar siempre el primer anuncio: «Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte». Este primer anuncio, es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos. Por ello, también el sacerdote, como la Iglesia, debe crecer en la conciencia de su permanente necesidad de ser evangelizado”. Cf. Evangelii gaudium, n. 164).

Para llevar adelante esta misión, todos debemos sentirnos enviados porque la “mies es mucha y los obreros pocos”. La Parroquia entera debe ponerse en estado de misión. Vamos a iniciar una EVANGELIZACIÓN POR LAS CASAS. Queremos invitaros a acoger el Evangelio de Jesús en un ambiente familiar y doméstico ¡Ánimo, y apuntaros!

NOTICIAS DE NUESTRA PARROQUIA

         + TALLER DE MAYORES: El día 28 de Enero,  a las 17h tendremos un TALLER DE MANUALIDADES con nuestra maestra Doña Noemí.

DATOS ESTADÍSTICOS PARROQUIALES DEL 2019   BAUTIZOS: 20
COMUNIONES: 10
DEFUNCIONES: 8
CONFIRMACIONES: 18  

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