“Recibid la luz de Cristo. A vosotros, padres y padrinos, se os confía acrecentar esa luz. Que vuestro hijo, iluminado por Cristo, camine siempre como hijo de la luz y perseverando en la fe, pueda salir con todos los Santos al encuentro del Señor”
(cf. Ritual del Bautismo, nº 156)