Creo en la resurrección de los muertos | Hoja parroquia del 10 de noviembre

DOMINGO XXXIIº TIEMPO ORDINARIO: Sb 11, 23-26;12, 1-2; Sal 144; 2ª Tes 1, 11-12;2, 1-2;Lc 19, 1-10

«Jesús les contestó: En esta vida hombres y mujeres se casan; pero los que sean juzgados dignos de la vida futura y de la resurrección de entre los muertos no se casarán. Pues ya no pueden morir, son como ángeles«

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«Os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa hecha a los padres Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a Jesús» (Hch 13, 32-33). La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio Pascual al mismo tiempo que la Cruz:

Cristo ha resucitado de los muertos,
con su muerte ha vencido a la muerte.
Y a los muertos ha dado la vida

(Liturgia bizantina: Tropario del día de Pascua).

            La Resurrección de Cristo no fue un retorno a la vida terrena como en el caso de las resurrecciones que él había realizado antes de Pascua: la hija de Jairo, el joven de Naím, Lázaro. Estos hechos eran acontecimientos milagrosos, pero las personas afectadas por el milagro volvían a tener, por el poder de Jesús, una vida terrena «ordinaria». En cierto momento, volverán a morir. La Resurrección de Cristo es esencialmente diferente. En su cuerpo resucitado, pasa del estado de muerte a otra vida más allá del tiempo y del espacio. En la Resurrección, el cuerpo de Jesús se llena del poder del Espíritu Santo; participa de la vida divina en el estado de su gloria, tanto que san Pablo puede decir de Cristo que es «el hombre celestial» (cf. 1 Co 15, 35-50). «Si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe«(1 Co 15, 14). La Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y enseñó. Todas las verdades, incluso las más inaccesibles al espíritu humano, encuentran su justificación si Cristo, al resucitar, ha dado la prueba definitiva de su autoridad divina según lo había prometido. La Resurrección de Cristo es cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento (cf. Lc 24, 26-27. 44-48) y del mismo Jesús durante su vida terrenal (cf. Mt 28, 6; Mc 16, 7; Lc24, 6-7). La expresión «según las Escrituras» (cf. 1 Co 15, 3-4 y el Símbolo Niceno-Constantinopolitano. DS 150) indica que la Resurrección de Cristo cumplió estas predicciones.

                 Hay un doble aspecto en el misterio pascual: por su muerte nos libera del pecado, por su Resurrección nos abre el acceso a una nueva vida. Esta es, en primer lugar, la justificación que nos devuelve a la gracia de Dios (cf. Rm 4, 25) «a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos […] así también nosotros vivamos una nueva vida» (Rm 6, 4). Consiste en la victoria sobre la muerte y el pecado y en la nueva participación en la gracia (cf. Ef 2, 4-5; 1 P 1, 3). Realiza la adopción filial porque los hombres se convierten en hermanos de Cristo, como Jesús mismo llama a sus discípulos después de su Resurrección: «Id, avisad a mis hermanos» (Mt 28, 10; Jn 20, 17). Hermanos no por naturaleza, sino por don de la gracia, porque esta filiación adoptiva confiere una participación real en la vida del Hijo único, la que ha revelado plenamente en su Resurrección. La Resurrección de Cristo —y el propio Cristo resucitado— es principio y fuente de nuestra resurrección futura: «Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron […] del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo» (1 Co 15, 20-22). Si Cristo ha vencido la muerte, ya nada ni nadie nos podrá separar de su Amor.

EL CAMPANARIO

LA ADICIÓN A LA PORNOGRAFÍA: ¡UNA EPIDEMIA MUNDIAL!

El prestigioso Psiquiatra ENRIQUE ROJAS en un artículo publicado en la Tercera del ABC el 15 de Marzo pasado ha denunciado que «la adición a la pornografía es una EPIDEMIA MUNDIAL que arruina vidas, matrimonios, familias, una desgracia que cae sobre gente atrapada en las redes de ese drama oculto y enmascarado. Según los estudios, MÁS DEL 80% DE LOS JÓVENES DEL MUNDO CIVILIZADO VEN PORNOGRAFÍA CASI A DIARIO. Se trata de una lacra terrible que tiene una enorme influencia no sólo en los jóvenes sino también en los adultos».
En el año 2016 se vieron 4600 millones de horas en un solo sitio WEB (el más grande del mundo). En ese mismo tiempo la gente vio 92 BILLONES (92000 MILLONES) DE VÍDEOS PORNOGRÁFICOS. Es decir, 12, 5 vídeos por cada persona. El 57% por ciento de los adultos jóvenes admite visitar regularmente estos sitios. En USA los ingresos pornográficos exceden los ingresos combinados de las cadenas ABC, CBS Y NBC. Este BOOM SEXUAL ya está trayendo consecuencias: desmoronamiento de la familia, neurotización personal, incapacidad para vivir el amor en una recíproca donación, egolatría feroz… en una palabra, imposibilidad para que se produzca un encuentro sentimental profundo y sólido. LA PORNOGRAFÍA, LA MAYOR PLAGA QUE ASOLA LA HUMANIDAD Y A LOS CRISTIANOS DEL SIGLO XXI, ES UN HURACÁN QUE ARRANCA DEL ALMA TODO LO BUENO QUE DIOS HA SEMBRADO. ES UN VICIO QUE ENTRISTECE PROFUNDAMENTE AL ESPÍRITU SANTO. Este desorden sexual embrutece el alma y es la fuente principal de la impiedad y el ateísmo. ¡NOS ENCONTRAMOS EN UN AMBIENTE Y ESTADO DE PORNIFICACIÓN!

 La adicción a la pornografía se ha convertido en una epidemia mundial que arruina vidas, matrimonios, familias y carreras profesionales. Y, lo que es más importante, en un arraigado obstáculo para una buena relación con Dios de quienes la padecen. La pornografía es además un lastre para el futuro, alimentado por las redes sociales: millones de adolescentes y jóvenes se enganchan casi desde niños y estructuran su visión del amor y del sexo según unas expectativas irreales y anómalas alimentadas por los responsables de este gran negocio solo para su beneficio económico.

El doctor PETER KLEPONIS vive este mal a diario en su consulta. En su libro –Pornografía. Comprender y afrontar el problema–  presenta el problema en toda su crudeza y extensión a partir de casos reales que ha abordado profesionalmente. Y, sobre todo, ofrece una esperanza que tiene fundamentos sólidos. Como de otras adicciones, de la pornografía se puede salir, reconociendo la situación y pidiendo ayuda para restaurar lo que destruye: la integridad de la persona.

            Mons. MUNILLA, recientemente, hablando de este tema constata lo que muchos van descubriendo: que en Occidente «hemos pasado del ‘amor libre’ de mayo del 68 al sexo esclavo de este siglo XXI». «El mundo está sufriendo mucho, y podemos demostrar que la virtud de la castidad responde a una necesidad de liberación interior que tiene el ser humano y propone a Jesucristo como el verdadero liberador contra nuestras esclavitudes.

NOTICIAS DE NUESTRA PARROQUIA

         * CATEQUESIS PARA ADULTOS: Todos los Lunes y Jueves en el Catecumenium a las 20, 30h.

         * MARTES DÍA 8: Doña Noemí, Taller de Manualidades.

         * EUCARISTÍA EN LA RESIDENCIA BELLAVISTA: El Viernes día 15 a las 12h el EQUIPO DE VISITADORAS DE RESIDENCIAS con nuestro Párroco celebrarán la Santa Misa con todos los ancianos/as de la Residencia Bellavista de Castellanos de Moriscos. Este Equipo visita, cada semana, a los feligreses de nuestra Parroquia que viven en doce residencias y una vez al mes celebran la Eucaristía en esta Residencia de Castellanos de Moriscos en la que residen cinco feligreses de nuestra Comunidad Parroquial.   

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